Después de siete años de navegación, una nave ha regresado a la tierra con una carga valiosísima, al parecer, de polvo de un cometa. Javier Armentia, Polvo de estrellas: “¿Por qué una misión para estudiar y traer fragmentos de un cometa? Desde hace decenios, los modelos que explican la formación de nuestro Sistema Solar propusieron que la nebulosa de gas y polvo que formó el Sol y posteriormente los planetas y demás objetos que lo componen, hace más de 4.500 millones de años de edad, dejó mucho material poco más o menos inalterado, en una nube en torno al Sol, la denominada Nube de Oort. Esta región está compuesta por núcleos sólidos de materiales rocosos y hielos de agua, dióxido de carbono y metano. Son precisamente los núcleos de los cometas. Conocer su composición, por lo tanto, permite avanzar en el conocimiento de cómo eran las condiciones en la época en que se formaba nuestro Sistema Solar.”