Daniel Martín: “Anécdotas al margen, la cuestión es que los Goya no despiertan el interés de casi nadie, no sólo por la escasez de
glamour, sino también por las fechas elegidas—hoy mismo pasarán al olvido cuando se anuncien las nominaciones al Oscar—, las escasas contendientes reales, los premios estrambóticos
—¿qué narices es un actor revelación? ¿No lo fue el ya curtido Alfredo Landa en El Crack?— y por la tendencia, salvo cuando concurre Amenábar, a distribuir los premios de modo que todas las “familias”, menos la de Garci, queden contentas. Un desinterés que demuestra el 18,7% de share que La Primera de TVE cosechó con la retransmisión de la ceremonia el pasado domingo, el peor desde 1998, que no extraña cuando la competencia concurría con fútbol, Siete vidas y Mis adorables vecinos, productos que, nada paradójicamente, gustan a los españoles. Y la culpa, suelen decir, es de los elementos, al parecer confabulados contra nuestro, puesto que lo pagamos entre todos, cine.”
Otros Goya desperdiciados.