El triunfo de Hamas en las elecciones palestinas ha sorprendido a medio mundo, como si en realidad los palestinos hubieran tenido otra opción. Porque la otra opción era más de lo mismo. Fernando Landro: “En esta misma tribuna escribí por entonces que ni Mahmud Abbas ni Ahmed Qureia tenían ni el peso político ni el poder ni el carisma que tenía Arafat, el cual hacía falta para controlar y dominar a Hamas, si es que eso todavía era posible. La muerte de Arafat era la desaparición de un escollo, es verdad, pero un escollo para Hamas. Éste era el discurso de Arafat. Y Arafat tenía razón. Los viejos de Fatah se transformaron en una mera transición antes de llegar a este punto. Ahora bien, la legión de analistas y especialistas en el área de la que disponen tanto los EEUU y los países europeos, ¿no lo avisaron? ¿Acaso no era previsible? Claro que sí, pero como en casi todo lo que refiere a esta región, las ideas preconcebidas y la ideología del Nuevo Orden Mundial, determinan –o, mejor, pretenden determinar– la realidad. Así, mientras planteamos los hechos tal cual se muestran, Occidente los ve tal cual querría verlos, a través del cristal de su ideología.” Democracia en Palestina.