Paulo Casaca,
La yihad de Ahmadinejad: “El deseo del ayatolá Jamenei de olvidar la Taqyia y de que Irán tenga un líder menos ambiguo parece haberse cumplido. Esto nos debería preocupar: la Taqyia les fue necesaria en tanto en cuanto que antes necesitaban la colaboración occidental para detener a sus rivales talibanes en Afganistán y para impedir que Iraq desarrollase un programa de armas de destrucción masiva, pero la situación ahora es muy diferente. Al subrayar su programa de corte islámico, Irán está capitalizando la opinión pública radical islamista y Occidente se enfrenta a la complicada decisión de si debe dar a esto una respuesta militar, en especial, si el país no abandona su programa nuclear.
Ante esto, se nos presenta una alternativa obvia: debemos reconocer y apoyar a la mayor fuerza opositora del país, la OPMI, en lugar de considerarla como un grupo terrorista.”