Ya sabía que en Europa estaban asombrados por la demostración militar de las pasadas semanas. Pero ahora el New York Times publica un editorial inequívoco y muy significativo: Army Troglodytes in Spain “Es un principio básico de la democracia que los oficiales del Ejército no pueden desafiar públicamente la legitimidad de los Gobiernos electos o plantear que las tropas puedan marchar por la capital para corregir decisiones del Parlamento. Sin embargo, eso es lo que ha ocurrido dos veces en este mes en España, un país cuya historia en el siglo XX obliga a tomarse en serio tales amenazas, incluso cuando las posibilidades de que ese llamamiento a la insubordinación provoque una insubordinación sean bastante reducidas. La respuesta del Gobierno de centro izquierda del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero ha sido apropiada y firme, lo que ha incluido la destitución y el arresto de uno de los responsables, un importante general. Lamentablemente, el Partido Popular, de centro derecha, el principal partido de la oposición, parece más interesado en disculpar a los oficiales que en defender el orden democrático del que tanto depende.”