Mario Diament: “En ocasión de un foro de profesores de lenguaje y literatura en Washington, el pasado 27 de diciembre, el escritor Ariel Dorfman comenzó su disertación con una asombrosa anécdota. Durante su escala en Miami había sido detenido por agentes del Departamento de Seguridad Interior, quienes habían procedido a incautar el texto de su discurso y a interrogarlo intensivamente. Frente la imposibilidad de leer el texto original—explicó—, narraría, en cambio, la extraña conversación que había mantenido con los dos agentes.”
Adiós a la libertad de palabra.