Sandra Russo piensa que palabras como aborto u homofóbico se han instalado en la sociedad y han madurado: “El progresismo caló y sembró semillas en ese sentido común, que hoy rebasa los ámbitos estrictamente culturales y se extiende a hombres y mujeres de cierta y rotunda manera mucho más dueños de sí mismos que antes. La gente no se deja comer el coco así nomás”.
La batalla cultural.