Concha García,
La prostitución es un trabajo: “Nosotras creemos que hay que tener en cuenta que la prostitución no es un trabajo como cualquier otro, sino que tiene características especiales, tanto por el estigma que recae sobre quien lo ejerce como por ser actos sexuales lo que se vende. Teniendo en cuenta esto y la situación actual, en la que los empresarios hacen lo que les da la gana, sin que las trabajadoras tengan reconocido ningún derecho, las leyes no pueden contemplar sólo los aspectos de licencia, localización de locales, aspectos sanitarios, etc., sino que deben defender la capacidad de autodeterminación de las trabajadoras en su trabajo, especialmente en relación a qué actos están dispuestas a vender y a quién.”
2006-01-17 09:35 Comparto casi todas las opiniones y la premisa general: “Sí a la legalización de la prostitución”. El Estado debería velar por sus derechos: laborales y sanitarios. No estoy de acuerdo con que se persiga a los clientes para intentar solucionar el problema. Debe existir un control de los clubs (horarios, inmigrantes, condiciones de trabajo, etc.). De igual forma, considero necesario el control sanitario de las prostitutas, creo que es positivo tanto para ellas como para los clientes.
Por último, me gustaría resaltar algo que en el artículo no se cita y que, a mi modo de ver, es fundamental: la función social de la prostitución. Es innegable que este “mercado” es necesario en tanto en cuanto cumple dicha función. Por diversas razones hay gente que acude al mercado a comprar lo que de otra forma no pueden conseguir (personas con deficiencias, tímidos, personas carentes de una sexualidad plena con sus parejas, etc.). Sexo de pago sí pero con garantías para el cliente y con plenos derechos para las prostitutas.
Interesantísima reflexión y de primera mano.