Carlos Alonso Romero repasa cuatro de los muchos absurdos de nuestra sociedad, a saber, los incondenables asesinos de corbata y maletín, la inseparable separación de poderes, la marabunta de intermediarios inútiles en nuestras empresas y los Hummers: “Estos armatostes se fabricaron para los caminos rurales sin asfaltar pero ahora invaden también la ciudad. Quién sabe porqué. ¿Acaso importa? Hasta de tipo militar se pueden ver ahora por el barrio. Hummers, se llaman, según un amigo enterao. Tres toneladas de ingenio mecánico blindado para transportar a un simple burguesito que va de compras o que se dirige al polígono a vociferar cuatro órdenes. ¡Hummers en una urbanización diseñada para los carros de caballos! ¡En un barrio que requiere maniobras para tomar las curvas! ¡Llénense la boca de «civismo”», malditos fantoches del ayuntamiento! ¿A qué esperan para adquirir también su Hummer super-cívico de mil quinientos caballos?”
Cuadros medios, hambrunas, hummers y estatutos.
2006-01-17 20:22 Supongo que “Hummer” es la adaptación de “Hum Vee” (HMMWV: Highly Mobile Multipurpose Wheeled Vehicle). Dudo que sirva mucho en los eternos atascos donde pierden media vida los automovilistas, pero se adapta como un guante al dicho castizo: “caballo grande, ande o no ande”