Alberto Manguel hace un encendido
Elogio del libro de bolsillo. De todas formas, entre sus ventajas y maravillas se olvida de resaltar la principal (o única) de sus virtudes: el precio: “Ser ‘de bolsillo’ es una calidad que, en lo que a un libro se refiere, lo convierte en parte de nuestro cuerpo, como lo será, después de leído (es san Agustín quien lo dice), de nuestro espíritu”.