Enrique Dans,
Política 2.0: “Tras emitir el voto, el ciudadano desaparece. Sólo queda una métrica llamada número de escaños que además, de por sí, también resulta absurda: ¿para qué queremos, bajo el esquema actual, un número de señores cuyo cometido es ir todos los días —cuando van— a un sitio para simplemente apretar un botón? ¿Por qué no va uno solo, pagamos un solo sueldo, y aprieta el botón tantas veces como escaños haya conseguido? Esas preguntas, tan aparentemente simples, revelan la crisis a la que nos enfrentamos. Si la política, merced a los intereses de los partidos, ha devenido en algo así, es que hemos conseguido superar las más elevadas cotas del absurdo intelectual. [...] La política de hoy es como una gran máquina empresarial, con todos los defectos del mundo de la empresa exagerados. Es como una empresa que nos quisiese vender un producto, pero que resultase enormemente ineficiente, que sólo escuchase a sus clientes una vez cada cuatro años, que mintiese de manera descarada y obvia en su publicidad.”