Jaume Funes, Banalidad criminal: “Después, y probablemente este sea el elemento central, tenemos a unos jóvenes que desprecian, acosan, maltratan a una persona marginada, excluida. Lo hicieron (como otros en otras ocasiones) tranquilamente, pensado que tenían derecho a meterse con quien no es como ellos, quien no tiene la misma condición y no se justifica que esté en la misma sociedad. No agredían a una mujer, eliminaban mental o físicamente a un sujeto que sobra. En algún trabajo reciente con adolescentes he podido comprobar cómo, con grados diversos de aceptación, existe un grupo significativo que siente (piensa) que «las cosas han de estar ordenadas y cada oveja en su corral», que «alguna gente no debería nacer (para no tener que eliminarlos después)», que los que molestan han de estar en la cárcel, que todo el mundo no ha de tener los mismos derechos, etcétera. La mayoría de las veces piensan, dicen y hacen todo eso sin tener nada que ver con grupos ideológicos o tribus juveniles.”