Ayer tuve tres reuniones de trabajo, cada una en un café distinto. Siento claustrofobia en la sala de reuniones, pero en los cafés puedo trabajar las horas que haga falta, con la mayor concentración. Para George Steiner los cafés son uno de los lugares donde se construye la Europa humanista, nada que ver con la Europa burocrática y prohibicionista de los funcionarios y los políticos. Lluís Foix: “El café Gijón en Madrid o los cafés de los modernistas catalanes, el Ateneu de Barcelona, el Zurich de la calle Pelayo, el Sandor de Francesc Macià o incluso la Oca de hoy, un tanto desvencijada, es el espacio en el que se da vida a los grandes proyectos. Incluso a las grandes desgracias. En los cafés se mata el tiempo, se conspira sobre todo, se habla de lo que no se sabe, se murmura, se ríe y se llora. Según le vaya a cada cual. Reivindico los cafés, los bares y las tabernas como centros imprescindibles de cultura y de humanismo. Mientras haya cafés habrá diálogo, conversación y debate. Habrá vida. Claro que hay más cosas, más importantes y más trascendentes. Pero es en los cafés donde adquieren la capa imprescindible de la fragilidad humana.” Cafés, bares y tabernas.