Felix de Azúa,
Místicos: “Los políticos y periodistas (¿habrá que empezar a escribir los «polidistas»?) utilizan la palabra «ciencia» como los curas usan la palabra «revelación», como un término mágico que garantiza la verdad y la vida eterna. No hay en ellos, sin embargo, mayor respeto por la ciencia que en los que viven de echar el Tarot.
Informa el siempre excelente Florencio Domínguez que el terrorista Kándido Aspiazu, el que le pegó dos tiros a Ramón Baglietto, responde en una entrevista a un periodista alemán: «Yo no soy un asesino. Maté por necesidad histórica». Es uno de los mejores ejemplos que he leído de religión enquistada en el cerebelo de un creyente. Este energúmeno dice estar respaldado por la Historia, como Franco decía estar respaldado por Dios. La «necesidad histórica», viejo término estalinista, ha sobrevivido hasta nuestros días en su forma más degenerada y leprosa.”