Los neoconservadores de la Casa Blanca aspiraban a convertir a EEUU en el gran imperio mundial. Su arrogancia era extrema. Pero hasta ahora las cosas les han ido saliendo al revés. En lugar de incrementarlos, han perdido prestigio militar y diplomático, además de influencia económica. La deuda externa con China pone a EEUU en una posición de gran debilidad. Internamente, las multinacionales ganan mucho, pero el poder adquisitivo medio lleva algunos años descendiendo. Mariano Aguirre: “El historiador Immanuel Wallerstein indica que ni Europa ni China, como tampoco Rusia, quieren enfrentarse a EE. UU., pero este país ha perdido poder de negociación debido a su declive económico y la guerra en Iraq. No parece probable que durante esta Administración se revierta esta tendencia. ¿Será la era Bush recordada como una respuesta torpe, un sobreesfuerzo neoimperial, ante signos de una larga caída de la hegemonía global estadounidense?” Esfuerzos neoimperiales.