Enrique Bustamante,
Ciudad: “La ciudad de la que vengo, de la que vine entonces, siendo niño, o a la que acabo yendo inexplicablemente, obligatoriamente, irremediablemente, es la ciudad salvaje, inexplorada, de todos los días, la ciudad de la eternidad donde a veces descubro la adivinación, la decadencia o la locura, la ciudad que me inventa y que, a su vez, inventa el destierro, la ciudad a la que voy y también la ciudad de la que nunca vuelvo. Aparentemente, todo esto podría parecer algo caótico; pero no, nada más lejos de la realidad. La ciudad de la que hablo es un complejo perfectamente organizado y definido, un lienzo monocromo y poliédrico donde quedan dibujados los distintos patrones de conducta, una estructura tan firme que soporta, sin apenas inmutarse, millones y millones de embestidas.”