Enrique Krauze: “Sí, pero también hay muchos otros aspectos en donde se les puede convencer. Esto de darnos a conocer es importante, pero la otra mitad de la respuesta es cuál es nuestra responsabilidad frente a nosotros mismos. En demasiadas ocasiones la maldad del vecino poderoso ha sido el mejor pretexto para no desarrollar nuestras instituciones políticas, para no modernizar nuestras economías. Los agravios que sufrió Centroamérica y el Caribe son ciertos pero, al mismo tiempo, con Estados Unidos siempre nos pasa que no vemos nuestra propia responsabilidad y nuestros desastres y todo lo bueno que dejó la presencia económica norteamericana, porque muy probablemente en muchos de estos países no se habrían desarrollado ni la infraestructura ni los ferrocarriles ni las explotaciones mineras o petroleras; incluso en algunos casos, como el cubano, ni siquiera los aspectos de drenaje, alcantarillado, servicios médicos. Así como Estados Unidos tuvo responsabilidades muy serias en el siglo XIX y en el XX también tuvo un desempeño económico que favoreció y sigue favoreciendo a América latina en muchos sentidos. Mencionabas las tarifas proteccionistas, por supuesto. Ahí vuelven a actuar de manera contradictoria, lo mismo que a fines del siglo XIX, son esquizofrénicos. Pero el cuadro es complejo. Lo que lamento mucho es la posición que idealiza a nuestra América tan espiritual, tan buena, tan nacionalista, tan preocupada por los valores frente a estos materialistas norteamericanos a quienes sólo les importa el dinero. Esa idealización, ese nacionalismo fácil, le ha hecho mucho daño a la maduración histórica de nuestros países, no nos ha permitido hacernos cargo de nuestras vidas políticas. Pero también el balance histórico en el siglo XX es complejo en cuanto a Estados Unidos, porque así como con América latina su saldo es negativo, con Europa y por extensión con el mundo occidental su saldo es abismalmente positivo, y Europa ha sido muy ingrata con ellos. Estados Unidos salvó a Europa en las dos guerras: súmale el Plan Marshall, la salvación de Berlín y cómo Estados Unidos cargó con todo el peso de la Alianza Atlántica mientras los europeos se enriquecían. Es una enfermedad internacional el fanatismo antiamericano.”
Entrevista a Enrique Krauze.