José Manuel Sánchez Ron,
El agua de la vida: ” No se trata, por otra parte, únicamente del agua que necesitamos para beber, lavarnos, producir cosechas o mantener ganado, el agua es también un elemento central para múltiples tipos de producciones o aplicaciones industriales, para la generación de electricidad, así como para el transporte. De manera que una modificación significativa en los patrones de “producción” de agua por parte de la naturaleza y de la cantidad que nos será accesible originará, sin duda, alteraciones profundas, y muy traumáticas, en las sociedades que se vean afectadas.
Hay, además, que tener en cuenta que la demanda de agua lleva mucho tiempo incrementándose de una forma tan llamativa como alarmante. Durante los últimos 50 años el consumo de agua se ha triplicado. En qué proporción continuará creciendo es algo que tiene que ver, evidentemente, con factores como el desarrollo de regiones en las que hoy domina la pobreza (los pobres consumen menos agua), aunque, en cualquier caso, hay que tener en cuenta que si hoy somos en la Tierra 6.000 millones de personas, la estimación es que en un futuro próximo (en vida de nuestros nietos) la cifra llegará a los 8.000 millones, y todos ellos necesitarán, y reclamarán, claro, el derecho a disponer de agua suficiente para sus necesidades.”