Jesús Gómez escribe sobre
Los anexos del miedo, la alienación y la identidad y la pertenencia, y en un anexo, como otro de los ejemplos del miedo que nos atenaza, escribe: “La semana pasada, el colectivo Hetaria tuvo que salir a las calles de Madrid para exigir la legalización de la prostitución. Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay quien se opone al elemental derecho de ejercer un oficio en condiciones dignas con el argumento de que vender placer físico es un atentado contra la dignidad. Por lo visto, se puede vender el tiempo, el trabajo, la vida, la personalidad, la firma, todo, pero de ninguna manera abrirse de piernas o chupar un coño por dinero. Cuánto mal nacido, cuánto cabrón, cuánto Ramonet. Legalización, ya.”