Alex Escamilla,
Modernidad como pedagogía del abandono: “La Modernidad ha sido una pedagogía del yo demasiado asfixiante para Occidente, exportada a todo el mundo, y ahora, se hace necesario declarar una segunda Modernidad. Salir de nosotros. Ampliar el vocabulario sin excluir a nadie. Todavía no hemos conseguido salirnos del cartesiano yo para fundar un gran tu. Un nosotros. Más global y más sano.
La filosofía enseña grandes cosas; la amistad, la philia, el saber, la sophia. Palabras grandes escritas en cursiva. Pero el saber que deberíamos practicar, es aquel que tiene los pies en el suelo. Que no vive en mundos virtuales. Que no se distrae. El que observa, duda y decide. Que aprende de las experiencias pasadas, modificando las capacidades cognitivas y poniéndolas en práctica. Conociendo y ampliando nuestros límites, dentro de lo humano. Abiertos pero limitados.”