Juan Carlos Galindo,
Terror en Uganda: “Al parecer, más de un millón de desplazados, varios miles de muertos, 30.000 niños reclutados y forzados a cometer atrocidades y la normalización de todo tipo de violaciones de derechos humanos durante 19 años no son suficientes para atraer la implicación de la comunidad internacional. Sólo los efectos regionales que el conflicto puede tener, especialmente en Sudán, han servido de resorte para movilizar ciertos recursos. [...] os efectos de la indiferencia de la comunidad internacional ante lo que ocurre en el norte de Uganda se agravan cuando abordamos las implicaciones regionales de este conflicto. El LRA ha sido tradicionalmente subvencionado por el gobierno de Sudán quien, a su vez, está enfrentado a grupos del oeste y sur del país, que se resisten a aceptar su política de islamización y arabización. Sudán ha utilizado el LRA como medio de desestabilización en el sur de su propio país y como elemento de influencia en la soberanía de Uganda.”