Robert Fisk: “Estoy sentado en uno de los ruinosos edificios de la calle 44 de Nueva York, sin saber cómo abordar a Sue Niederer y Celeste Zappala, temeroso de que sus relatos desemboquen con demasiada facilidad en lágrimas y se pierda el mensaje que buscaron transmitir en la marcha del Día de los Veteranos, el 11 de noviembre. Las pusieron al final del desfile, humilladas, con su pequeño grupo de veteranos opositores a la guerra y sus recuerdos de muchachos que dejaron a sus jóvenes esposas para ir combatir en Irak y volvieron en ataúdes.”
Las madres traicionadas de EU.