Aumenta la sensación de impotencia en sectores de la población. Significa que la democracia no está funcionando, o que se deteriora. Hemos visto disturbios en Francia y en otras partes de Europa, por lo menos en parte provocados por una falta de representatividad, de voz en la sociedad. Hoy me he encontrado también con un editorial en Clarín en el que también se habla de violencia urbana. Está claro que en Argentina hay mucha gente que no se siente representada políticamente, en otras palabras, que se siente excluida de la sociedad. Aparte de la discusión económica, habrá que plantear las cosas también desde el punto de vista político, el de la democracia. “Parece ser que la violencia institucional o política— que también hace su presencia de tanto en tanto— es reemplazada por expresiones de violencia civil. Efectivamente, con alarmante reiteración, enfrentado a conflictos o frustraciones, muchos ciudadanos, solos o en grupo, actúan reactivamente, por encima de las leyes y de las normas de convivencia. De esta forma se retrotraen las relaciones sociales al estado de naturaleza, basado en la supervivencia del más fuerte, previo a la instauración de la ley.” La violencia de hoy en la sociedad.