Patxi Andión: “El caso es que el color de la piel sigue estando, mal que nos pese a tantos, en el ojo del huracán social. Si atendemos al extraordinario caudal de información sobre las asonadas furiosas de las ciudades francesas, un poco como pasaba en el caso de la foto, se nos hace hincapié en que la revuelta ha sido protagonizada por jóvenes franceses, quiere eso decir jóvenes que no sólo ostentan la nacionalidad francesa desde su carte d’identité nationale, no sólo porque han acudido a la escuela francesa, sino porque son franceses de segunda o tercera generación, nos explican. Pero si uno los mira, verá que son franceses, en cursiva, porque siguen siendo negros y es posible que ese, su color (maravilloso color), tenga mucho mayor significado social que su CIN, su cédula de identidad, porque en algunos sectores mucho más significativos de lo que nos gustaría a los que creemos en la potencia generadora del mestizaje aún laten los viejos prejuicios que las grandes frases de los himnos y de los discursos políticos han pretendido ver superadas.”
El color de la integración social.