Jesús Gómez Gutiérrez,
Francia: un nuevo modelo de negocio: “Sin embargo, es cierto que Francia se encuentra en transición. La guerra de Argelia, que debió ser su desastre de Cuba, sólo fue punto y coma porque lejos de provocar una redefinición del ser nacional (evidente hasta el exceso en el caso del noventa y ocho español), se eligió la decadencia permanente. La apelación al prestigio y al imperio es la reacción de dos nacionalistas perplejos ante los cambios sociológicos: si les doliera una pérdida de los valores republicanos, que en efecto sería preocupante, se habrían referido al prestigio de dichos valores o del concepto de ciudadanía; en cambio, se saltan la libertad, la fraternidad y muy especialmente la igualdad para terminar en la grandeur purulenta de la nacionalidad y la nación. Es entonces cuando se llega al dislate generacional. Estos jóvenes, que no entienden nada. Estos «cretinos impacientes» que ni siquiera saben ser franceses.”