Hay elecciones en Egipto, asunto siempre importante para Occidente por la importancia de ese país en el ámbito musulman. En Aire fresco para Egipto Sergio Rodríguez Sánchez traza las claves de los comicios: “En la reforma constitucional también se hicieron otras modificaciones. Por ejemplo, se estableció que las elecciones presidenciales estarán supervisadas por una comisión formada por 10 miembros, cinco de ellos jueces. Pero lo más importante es que, en futuras elecciones, un partido sólo podrá presentar un candidato presidencial si tiene una antigüedad legal de al menos cinco años y, como mínimo, un cinco por ciento de los asientos del parlamento. Los candidatos independientes necesitarán el aval de 250 parlamentarios, tanto de las cámaras nacionales como de los consejos locales.
De ahí la importancia de las próximas elecciones a la cámara baja, la Asamblea del Pueblo, que cuenta con 444 miembros elegidos por sufragio y 10 más escogidos por el presidente. Aunque, en teoría, tendrán que celebrarse otras elecciones legislativas antes de las próximas presidenciales, todos los partidos quieren colocarse en la mejor situación posible por si sucediese algún imprevisto (hay quien cuestiona que el estado de salud de Mubarak le permita aguantar otros seis años).”