Hay problemas en Sevilla. Contenedores quemados, bomberos apedreados. Rumanos que entran en una hermandad y agreden a un hombre. Las llamadas a la calma sirven para ver si la cosa pasa pronto, no se habla nunca de cambiar nada, no se ofrecen perspectivas nuevas. Carlos Colón: “El delegado del Gobierno también dijo—a dúo con la consejera de Gobernación, y a propósito de creciente vandalismo que se está cebando con coches y contenedores—que la violencia juvenil no debe identificarse con la delincuencia, añadiendo la delegada que no es conveniente satanizarla e invitando a ‘no sacar los pies del tiesto’ confundiendo ‘la delincuencia con los destrozos en el mobiliario urbano, que alarman, pero que no deben tratarse como casos de delincuencia’. Pues ya estamos todos allí, que dijo el tuerto que guiaba a una expedición de ciegos cuando se le metió una ramita en el ojo sano. No se debe relacionar la inmigración con las bandas organizadas y la delincuencia aunque los que delincan sean inmigrantes y se organicen en bandas. ¿Con qué la relacionamos, entonces? No debe identificarse la violencia juvenil y el destrozo de coches o de mobiliario urbano con la delincuencia. ¿Con qué la identificamos, entonces? ¿Y con qué relacionamos o no relacionamos, identificamos o no identificamos, que los canis que han incendiado los contenedores reciban a los bomberos—como ha denunciado el Sindicato de Bomberos de Sevilla—aplaudiéndoles, burlándose de ellos y apedreándolos?” No relacionar, no identificar.
2005-11-09 22:14 En cierta ocasión presencié como unos “jóvenes” destrozaban y saqueaban una cabina de la Telefónica. Me pregunté si era delito robar a un ladrón.
Por lo demás, se está incubando la misma situación que en Francia, solo retardada por nuestra bonanza especulativa y económica, que no durará eternamente, y porque muchos futuros “jóvenes” están todavía gateando.
2005-11-10 19:37 En la mirada humillante comentaba la eficacia de la acción como respuesta a la agresión del cámara. Saquear una cabina de Telefónica es un delito no tengo dudas. Recientemente me comentaba un empleado de correos, encargado del burofax, la cantidad de personas que visitaban la oficina, las dificultades y enfados de clientes (no solo de Telefónica) a propósito del procedimiento de baja de los servicios contratados (via teléfono o web).
Hay una nueva ley y procedimientos que facilitan estos trámites, sin embargo las compañias telefónicas se saltan a la torera la legalidad y nada parece detenerlas. Esto no justifica los actos violentos contra las mismas, sin embargo, cuando la justicia no funciona (en otros muchos ámbitos) qué puede esperarse de personas habituadas a conseguir lo que quieren sin tener que esperar.
En mi opinión, se le ha perdido el respeto a ciertas instituciones (incluidos padres, madres, maestros, bomberos, políticos) porque éstas hace tiempo que no tienen ningún respeto por los ciudadanos. Quizás se trate de una justa correspondencia. Vaya usted a saber.