Emili Piera: “Desde luego las naciones funcionan con una mayor apariencia de unidad si tienen un enemigo común, pero es peligroso, además de contradictorio, elegir de enemigo a Cataluña, especialmente si se la considera parte de España: no se pelee con una parte de sí mismo, eso es esquizofrenia; todo reforzamiento de la unidad a través de un enemigo, es paranoico: no sea paranoico. El anticatalanismo es una de las aplicaciones del antisemitismo, de hecho los odiadores de lo catalán suelen revestir ese ser colectivo y al parecer viscoso con los mismos atributos con que solían adornar al judío, a su caricatura: como los israelitas tienen ahora un magnífico ejército, es menos arriesgado meterse con los catalanes.”
Cínicos, judíos y bocazas.