Fernando González Urbaneja: “Otro magistrado instalado en el mismo edificio que Garzón, el juez Pedraz Gómez, ha dictado un auto que reclama la detención de soldados norteamericanos. También les parece a algunos como escupitajo al aire, fuera de su fuero y competencia, pero, al menos, ha empezado por forzar una respuesta, una disculpa. No tendrá consecuencia alguna, o sí la tendrá. Lo que parece es que el espacio para arbitrariedades o el abuso se estrecha, o, al menos, se complica. Y no habrá que esperar mucho tiempo para que algunos de esos populistas demagogos que se saltan a la torera contratos y compromisos se vean metidos en problemas y tengan que responder de sus arbitrariedades. El camino del Estado de Derecho no es lineal, ni está garantizado, pero pasan cosas que pocos imaginaron.”
El otoño de los dictadores.