Angel Guerra Cabrera: “Una nueva realidad ha hecho que cambie la situación política en América Latina. El neoliberalismo está en bancarrota no sólo por el desastre económico y social a que ha llevado, sino porque los pueblos de la región se niegan a aceptarlo por más tiempo. De la cumbre de Guadalajara a nuestros días surgieron potentes movimientos populares contra los planes de ajuste y las privatizaciones, por el derecho de los campesinos a la tierra, por los derechos de los pueblos indígenas, por la defensa del agua, la biodiversidad y el derecho al usufructo nacional de los recursos naturales. Eso que los tecnócratas llaman despectivamente “populismo” lleva en sus entrañas más recónditas los nuevos vientos de la revolución latinoamericana, pospuesta pero viva en el inconsciente colectivo.”
Las cumbres iberoamericanas.