No sé si ustedes han oído hablar de la Esfera Armilar, una bola de unos 100 metros de altura que se iba a construir en Madrid y no se hizo. Cuesta muchísimo dinero, no sólo construirla sino mantenerla. Pero en una Comunidad Valenciana en quiebra han decidido que ese es el nuevo proyecto faraónico, inaugurado el carísimo Palacio de las Artes. Cruz Sierra: “Un servidor opina que Valencia ya está servida por una temporada de emblemas y pirámides para turistas. Que ahora habría que concentrarse en mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos mejorando servicios, infraestructuras, sanidad y educación y fomentando la cultura, el talento y la inteligencia. En fin, dedicando mayores esfuerzos a las personas y sus mentes que a la cultura de las apariencias. No nos importa pagar impuestos, pero sí que se diluyan en pagos a geniales arquitectos/directores de proyecto, constructores, promotores, comisionistas, financieros y financiadores y otras goteras y escapes de las arcas públicas.” La esfera errante.