Félix Bayón,
Alquimia urbanística: “Manilva, un pueblo en el que obtener un concejal cuesta alrededor de trescientos votos, tiene más actividad inmobiliaria que la gran ciudad suiza de Zúrich. Por mucha confianza que se tenga en el género humano, cómo se puede confiar en alguien que, con sólo una firma, puede convertir en oro un terreno baldío. Sobre todo, teniendo en cuenta que la política municipal en los pueblos en expansión atrae poderosamente a los buscavidas, porque saben que el beneficio puede ser mucho y el riesgo escaso.
Lo de Manilva no es nada sorprendente. Las personas honestas no abundan en esos ambientes políticos, la vigilancia de los partidos es, como se ha visto, nula, y la tentación, demasiada. Mientras las leyes propicien la alquimia urbanística, estas cosas seguirán pasando.”