En los años 80 el director teatral Ping Chong utilizaba el bricolage como método de trabajo, tomando restos de las culturas de occidente y oriente para crear un teatro nuevo, inesperado. La idea original, aunque reciclada, venía de Levi-Strauss. Ahora la idea se está reciclando de nuevo con nuevos fines creativos. David de Ugarte: “El bricolage consiste en crear cosas nuevas a partir de trozos de otras que fueron creadas para fines distintos de los que cumplen en la nueva obra. La variedad de protecciones “otorgadas” para cada una de esas piezas por sus autores bajo Creative Commons genera una traba, un coste innecesario y probablemente insalvable. La idea de otorgar más “derechos de propiedad”, más control de los posibles usos, es una mala idea, siquiera aparezca como una flexibilización del sistema de copyright. Precisamente porque el bricolage, consiste en descubrir usos no esperados, no imaginados previamente.” El bricoleur y la Devolución.