Marrruecos se ha desvelado como lo que es: una dictadura férrea y anciana sin ningún apego a los derechos humanos. Y nuestro Gobierno sigue siendo cómplice de sus desmanes. A Juan Varela la situación en las vallas de Melilla le da Vergüenza: “La valla desbordada, luego el ridículo de la Legión con sus porras inútiles. ¿Dónde está Europa? ¿Dónde el entendimiento con países como Francia, Bélgica o Gran Bretaña, viejos colonizadores de esa África negra que se desangra en estas ciudades reliquia al otro lado del Estrecho?
¿Qué hacen nuestros diplomáticos, nuestros comisarios europeos, nuestros europarlamentarios? ¿Dónde está la estrategia política y humanitaria para ordenar el éxodo? Europa se abre al Este y se cierra a Poniente y al Sur con ese sustrato racista que aún anida contra el árabe y el negro.
Primero el ridículo de intentar parar la avalancha de la supervivencia con una verja. Y luego la crueldad mora, codiciosa de los fondos europeos. Esa crueldad que sólo tienen los pueblos necesitados, que también sueñan con ese salto al paraíso y vengan en piel ajena su propia frustración.”