Justo cuando se cumplen 50 años de Seat, se vuelve a hablar de su desaparición, o deslocalización. De nuevo nos atrapa el fantasma de la competitividad. Si son ellos los que inventan, ellos siempre serán competitivos y nosotros no, siempre estaremos pendientes de que vengan y nos instalen las fábricas aquí. Cosa que ocurrirá cada vez menos. El gobierno anterior se desentendió de la I+D, las medidas del actual tardarán en tener efecto. Siempre vamos a remolque. Primo González: “La industria española del automóvil es uno de los pilares de la economía. Somos el séptimo productor de coches del mundo y el cuarto en exportaciones. La contribución del sector al PIB ronda el 10%, incluyendo toda la importante industria de componentes. Esta última ha sido, y sigue siendo, uno de los argumentos básicos para que algunas de las grandes empresas multinacionales no hayan abandonado España ya que la calidad, variedad y competitividad de la industria auxiliar del automóvil le ha hecho muy cómoda la vida a los fabricantes de coches. En conjunto, todo este complejo industrial se acerca a los 350.000 puestos de trabajo. Hay la sensación de que el abandono de alguno de los grandes fabricantes servirá de argumento para que otros tomen el mismo camino. El problema es, por tanto, potencialmente muy serio y por desgracia no parece existir en las esferas correspondientes de la Administración mucha conciencia del asunto.” Aquella Seat de hace 50 años.