Carlos Taibo,
Conflictos olvidados: “Es difícil escapar de una observación final: para dar cuenta de nuestro general desdén por estas cosas hay que poner el dedo en la llaga, sangrante, de muchos medios de incomunicación que, tras primar el espectáculo y hurgar en las emociones del directo, revelan bien a las claras su nula voluntad de informar amplia, analítica, permanente y críticamente. Y hay que anotar también, claro, el peso ingente de esa realpolitik que aconseja a nuestros gobernantes darle palmaditas en el hombro —ya no se contentan, como antes, con mirar hacia otro lado— a Ariel Sharon, a Pervez Musharraf o a Vladímir Putin, y la inanidad, tantas veces, de nuestros movimientos de contestación. Todos tenemos que preguntarnos por qué la ciudadanía salió a la calle en febrero de 2003 para protestar ante la agresión que Estados Unidos preparaba en Irak y no lo hizo un año y medio antes, en cambio, cuando Washington movió sus peones en Afganistán para airear obscenamente sus intereses en la región más atribulada del planeta.”