Juan Varela, sobre el proyecto del nuevo Estatuto del Periodista: “La mejor ley de prensa es la que no existe. Un viejo lema que remite la responsabilidad de los informadores al juicio del público y a las leyes ordinarias. El derecho a la información pertenece a los ciudadanos, no a los informadores, y hoy más que nunca, cuando cualquiera tiene a su alcance instrumentos poderosos para informar. [...] Los defensores del estatuto dicen defender a los periodistas contra el deterioro laboral y garantizar derechos contra la intromisión.
Pero el mercado periodístico se defiende mejor con un sistema laboral sin trampas adecuado a la legislación laboral ordinaria y al mercado real, con medios transparentes en su financiación y gestión, y con una competencia honesta, donde los medios sean más independientes del poder político y su fuerte intervención en los medios, a través de las regulaciones y el dinero público.”
Automordaza periodística.