No se ha vuelto a hablar de Europa. Tras el no francés y holandés, todo debate se ha enfriado y parece que la consigna es dejar pasar el tiempo. “Con o sin la Constitución, cualquier intento de resolver la crisis abierta en la Unión Europea [...] seguirá siendo inútil hasta que los políticos no revisen en profundidad su manera de actuar y logren involucrar más estrechamente a los ciudadanos en los debates sobre asuntos de política europea.. La Red de Institutos de Política Europea (EPIN) [...] ha elaborado un informe dedicado a presentar diversas propuestas concretas acerca de cómo podrían emplearse de forma constructiva los próximos meses para ayudar a la Unión a recuperar la legitimidad y confianza ante los ciudadanos, involucrándoles activamente en el debate sobre asuntos europeos.” Entre las propuestas que desarrolla el documento: debatir sobre iniciativas importantes de política europea en los parlamentos nacionales, elaborar boletines nacionales de información, promover foros de ciudadanos, aprobar medidas legislativas relativas a la vida civil y democrática de la Unión, promover la evaluación del impacto cívico y democrático de las decisiones de la UE.” Un pacto con los ciudadanos europeos.