Antonio Porras Nadales,
El fracaso de la política: “Sin embargo, nuestros gobernantes se han comportado finalmente como si fueran directores de orquesta mancos: o sea, han pretendido mantener su protagonismo decisional, reforzando los circuitos que aseguran la confianza electoral y la facultad de impulso político del gobierno, mediante el recurso a viejos y manidos argumentos. Bien reiterando el sentido contractualista del programa electoral, o bien tratando de intensificar las claves de confianza personal y liderazgo carismático (mediado ahora por nuevos factores de estilo o de talante). Viejas y superadas teorías que no pueden ocultar el oscuro trasfondo que les da su aliento: la pura y simple manipulación mediática. Lo comprobamos con claridad en el caso americano: cada vez que Bush da un traspiés, viene el mago Karl Rove a poner en marcha la correspondiente campaña mediática para recuperarlo en las encuestas. En definitiva, entre unos y otros, no nos hemos querido dar cuenta de que, a estas alturas, el sufragio universal ya no es suficiente.”