“Fútbol y democracia son los deportes donde el empate es el resultado más probable”. Matías Vallés reflexiona sobre el resultado electoral en Alemania: Schröder, 0 – Merkel, 0 el ejemplo más reciente de cómo la gran paradoja de esta globalización es la existencia de movimientos divergentes: la mundialización y la fragmentación identitaria que acaba provocando una tendencia al rasero común en el juego de la representación política. “En principio, la suma de decenas de millones de voluntades individuales debería ofrecer una distribución azarosa. Dado que todas ellas han sido moldeadas por los mismos métodos, tal vez su comportamiento igualatorio sea obligado”.