Carlos Sánchez,
El país de la sequía vive acostumbrado a derrochar agua sin que nadie lo impida=: “Lo comido por lo servido. Los españoles ahorran pero a nadie importa que una demencial política agrícola impida el consumo desenfrenado de agua. Pongamos el foco en el fresón, un producto introducido de forma masiva en la provincia de Huelva a principios de los años 80, y que ha enriquecido a los propietarios de tierras en el entorno de Palos de la Frontera y Moguer. Durante la primavera se eliminaron del mercado alrededor de 4,5 millones de kilos de fresón para evitar que cayeran los precios. Para producir esa cantidad, según Adena, se consumieron 554.300 metros cúbicos de agua (0,55 hectómetros cúbicos), equivalentes al consumo doméstico de algo más de 9.000 habitantes. Es decir, no sólo se paga por retirar del mercado la producción —el fresón está subvencionado— sino que además se consumen recursos naturales escasos.
Y todo esto sucede en un país que cuenta con el índice de escorrentía más bajo de Europa, definido como la relación entre precipitaciones y la evapotranspiración real, lo que desde luego no dice mucho en favor de nuestros gobernantes.”