Ayer El País abría su edición con un titular inquietante por su ambigüedad, su enigmática intención y su peligrosidad. ¿Alertar sobre el aumento de ciudadanos de determinada confesión religosa? ¿Añadir, en el subtítulo, que eso amenaza la soberanía?
- Yonaida Sel-lam se indigna por el artículo y lo achaca al creciente clima de islamofobia y pregunta porqué «analfetismo, el desempleo y los mayores índices de marginalidad aquejan de manera reiterada a la comunidad musulmana». Los venerables informes del Ejército y del CNI.