Noam Chomsky escribe sobre una de las tácticas predilectas de cualquier Gobierno,
Recurrir al miedo, aunque se centra más bien en el terror como arma de guerra y hace un repaso a la historia reciente: “Vale la pena recordar que los bombardeos de Japón de diciembre de 1941 [...], en palabras de FDR (Franklin D. Roosevelt)) estaban más que justificados según la doctrina de «defensa propia anticipada» que prevalece hoy entre los líderes de los autodenominados «Estados ilustrados», EE.UU. y su cliente británico. Los mandatarios japoneses sabían que Boeing estaba produciendo las Fortalezas Voladoras B-17, y estaban seguramente enterados de los debates públicos en EE.UU. que explicaban cómo (los B-17) se usarían para incendiar las ciudades de madera japonesas en una guerra de exterminio, volando desde las bases de Hawai y Filipinas (“arrasar el corazón industrial del Imperio mediante ataques con bombas a ese “montón de hormigueros de bambú”, recomendó el General retirado de la Fuerza Aérea Chennault en 1949), una propuesta que “sencillamente encantó” al Presidente Roosevelt. Evidentemente, es una justificación mucho más poderosa para bombardear las bases militares de EE.UU. en las colonias que cualquiera inventada por Bush, Blair y sus socios cuando ejecutaron su “guerra preventiva”, que fue aceptado, con reservas tácticas, por el grueso de la opinión establecida.”