Siempre he pensado que las mujeres son más débiles que los hombres sólo porque se dice y piensa que lo son. Si todas las personas fuésemos consideradas como iguales, igualmente fuertes, quizá la violencia sería menor; pero además de la debilidad o fuerza de cada persona, las mujeres son débiles sociales e institucionales, aunque en esos campos algo se haya avanzado. Cristina Peri Rossi publica hoy un airado artículo sobre el
terrorismo de género. Rossi lo compara al terrorismo nacionalista, pero yo creo que se parece más a un terrorismo de estado, precisamente porque las instituciones participan en él. “Si hombres y mujeres están dispuestos a colaborar con la policía para denunciar a los sospechosos de pertenecer a bandas armadas, hay que crear conciencia de que también tienen que denunciar al jefe prepotente, al acosador laboral, al marido apaleador, al amante sádico, al ex (ex marido, ex novio, ex amigo) amenazador.” Hay que denunciar también a las instituciones que los promueven o esconden.