Alberto Piris: “Eliminar al que sobra, al que constituye un obstáculo, al que no coincide con los propios designios: ésta ha sido, quizá, la más peligrosa e inveterada tendencia de la humanidad. Desde los fanáticos terroristas que matan hoy en nombre del islam a los que no atienden sus exigencias; pasando por los modernos ejércitos que masacran a miles de ciudadanos iraquíes para eliminar al dictador que les gobernaba, aduciendo razones imaginarias; hasta el airado individuo que en Tortosa descerrajó hace unos días cinco tiros contra el “moro de mierda” (así le interpeló) que no le cedió el paso en una disputa de tráfico. Deshacerse del que sobra parece una tentación difícil de resistir cuando sistemáticamente, a todos los niveles (desde la política de la Casa Blanca y sus más fieles aliados hasta las secuencias mostradas en las pantallas de muchos videojuegos), se sacraliza la violencia como forma habitual de resolver los conflictos.”
Lo que nos sobra.