Entrevista con Harold Bloom, al que se le podrán achacar muchas cosas, pero no el tener pelos en la lengua: “A los que me abucheaban en Stanford les dije: ‘A vosotros sólo os interesa si una mesa la ha hecho una carpintera lesbiana, de origen mexicano y de ideas revolucionarias, pero os olvidáis de lo más importante: que tenga cuatro patas y esté bien construida’”.
Los lectores están en peligro de desaparición.