Higinio Polo se pregunta por la popularidad de la pintura de Edward Hopper, al que describe como un artista conservador, incluso reaccionario. “Hopper no fue nunca un revolucionario: ni en su técnica pictórica, ni en su lenguaje artístico, ni, tampoco, en la elaboración intelectual que se hallaba tras sus telas. Tal vez por eso, el concepto aplicado a su pintura y a la de Burchfield, american scene painting, refleja a la perfección su mundo: un universo en el que no tenían cabida las rupturas de la abstracción y las inquietudes vanguardistas de la pintura europea. Sin embargo, aunque Hopper no lo supiese, lo que pintaba era un mundo sin salida, donde sus habitantes estaban atrapados. Hopper nos enseñaba la América de la gran depresión, y, después, la del triunfo del capitalismo, pintando, sin saberlo, el hombre sin atributos, el ciudadano sin sueños, el ser humano sin horizontes, atado al tedio infinito que sienten esos dos bañistas recogidos en Sea Watchers. Esos “halcones de la noche” que pintaba Hopper en Nighthawks, esos noctámbulos, son unos náufragos perdidos, ensimismados, refugiados en su propia soledad, en su impotencia vital, que soportan una condena más dura que su aislamiento, pese a que los veamos a veces en sus estancias soleadas, pese a la alegría aparente que se cuela por las ventanas. Hopper quería pintarse a sí mismo, pero nos enseñó, sin pretenderlo, la putrefacción del capitalismo, el sueño americano encerrado en un frío restaurante o en una sórdida habitación de hotel.”
Edward Hopper: desolada América.
2005-09-02 12:29 Es precioso. Felicidades.
2005-09-02 13:45 En mi opinión, Higinio Polo, está condicionado por un prejuicio muy moderno cuando dice que Hopper era ya un hombre maduro, con ideas arraigadas, prisionero del viejo realismo pictórico, encerrado en un mundo que no cambiaba para él . Todavía recuerdo los prejuicios contra el realismo de Antonio López . Pero lo que nunca he acabado de entender es que entienden algunos por revolucionario cuando se refieren a las obras de arte (otra cosa muy distinta es el artista).
Coincido con algunas ideas de René Berger expuestas en un interesante texto que recomendaría leer El conocimiento de la pintura . Señalar que lo menos interesante de la obra de un autor es su nivel revolucionario o innovador. O por decirlo de otra manera, que Hopper sea o no revolucionario es irrelevante en tanto que su obra me emociona (o no).