“Se cree que en todo el mundo unos 300.000 niños y niñas participan en una treintena de conflictos armados, ya sea como soldados, portadores, cocineras o esclavas sexuales. En Sierra Leona, Liberia, Congo y Sudán, desempeñaron un papel central en guerras no convencionales que esfumaron las divisiones entre soldados y civiles, adultos y niños”. Ahora parece que para muchos de ellos la alternativa les llega en forma de oficio y trabajo.
Esperanzas para los chicos soldado, de Norimitsu Onishi.