Como escritor, siempre me he asociado más con pintores que con otros escritores. Siempre pensé que había más que aprender de un pintor que de un escritor. El artículo que anoto hoy tiende a confirmar mis sospechas. Isidoro Blaisten escribe sobre los lazos que unen pintura y literatura: “Pintar la brisa, que no se ve, con un pincel o con la palabra es el deseo final confeso o inconfeso de todo artista. Es detener la eternidad en un instante. Es tornar visible lo invisible, es ser la obra y su consecuencia. Heidegger define la poesía de la siguiente manera: dice que la poesía es la fundación del ser por la palabra. Ahora, mi humilde teoría consiste en lo siguiente: tanto la literatura como la pintura son poesía o no son nada. Tanto el pintor como el escritor son poetas o no son nada. La poesía y sólo la poesía los convertirá en artistas.” Extrañas relaciones.