“El desarrollismo sigue siendo una tara, un fundamentalismo, que sigue despertando en sus varias modalidades el entusiasmo de nuestras clases dirigentes (lo último es el “desarrollo sustentable”), quienes con gran entusiasmo reciben fondos para seguir analizando y organizando la “realidad” de acuerdo a estos parámetros, la mayoría de las veces, de espaldas a las respuestas creativas y de supervivencia de quienes los padecen.” Rocío Silva Santiesteban:
La invención del Tercer Mundo.